Lunes 29 de Abril de 2024
Una agenda
con toda la música






Conferencias, cursos,
seminarios y talleres

Convocatorias y concursos
para hacer música

Buscador


FacebookTwitterBlogspot
 

"Madama Butterfly" en el Teatro Argentino de La Plata: Una geisha extrovertida para una noche sin lágrimas
La nueva producción de la ópera de Giacomo Puccini en el Teatro Argentino no logró conmover a pesar de su corrección y buenas intenciones. Por Ernesto Castagnino.
 

Una geisha extrovertida para una noche sin lágrimas
Teatro Argentino de La Plata, Sala Alberto Ginastera
Sábado 21 de julio de 2007, 20.30

Escena del casamiento del primer acto de Madama Butterfly,
Teatro Argentino, La Plata, 2007

MADAMA BUTTERFLY de Giacomo Puccini. Dirección musical: Javier Logioia Orbe. Puesta en escena: Constantino Juri. Reparto: Patricia González (Madama Butterfly), Marcelo Puente (Pinkerton), Alejandro Meerapfel (Sharpless), Mónica Sardi (Suzuki), Carlos Iaquinta (Goro), Oreste Chlopecki (Tío Bonzo), Mauricio Thibaud (Comisario Imperial), Mirko Tomas (Yamadori), Roxana Deviggiano (Kate Pinkerton), Enrique Merlano (Oficial de Registro), Ramiro Gulli (El niño). Escenografía e iluminación: Juan Carlos Greco. Vestuario: Stella Maris Müller. Efectos visuales: Federico Bongiorno. Director de coro: Sergio Giai. Orquesta y Coro Estables del Teatro Argentino de la Plata.

Al momento de encontrarse con el argumento de Madama Butterfly (1904), Giacomo Puccini era ya un compositor de éxito, con La Bohème (1896) y Tosca (1900) recorriendo los teatros de Europa. En una de sus giras, acompañando el estreno de Tosca en Londres, presenció la obra Madama Butterfly, la tragedia de una japonesa de David Belasco basada en una novela de John Luther Long y, a pesar de no comprender una palabra, quedó impactado por la fuerza del drama y fascinado por su exotismo. Los libretistas de este nuevo proyecto fueron Luigi Illica y Giuseppe Giacosa con quienes ya había trabajado en tres óperas anteriores (Manon Lescaut, La Bohème y Tosca) en una relación de amor-odio, característica en Puccini con sus colaboradores literarios. El proceso de composición duró cuatro años en medio de apasionadas discusiones y acuerdos sucesivos, luego del cual la "trinidad de autores" como los llamaba Giulio Ricordi, el editor de Puccini, quedó fracturada.

Patricia González (Butterfly) y Marcelo Puente (Pinkerton) en el final del
primer acto de Madama Butterfly, Teatro Argentino, La Plata, 2007

Acometer roles puccinianos en cantantes jóvenes conlleva riesgos considerables para la voz, ya que debe sobreponerse a una orquestación considerable siempre apoyada y sostenida en una técnica sólida. La soprano Patricia González en el difícil rol de Cio-Cio-San, asumió ese riesgo aunque con resultados dudosos. Si bien su voz presenta un centro cálido y de bello timbre, éste se va diluyendo conforme asciende. Sus notas agudas sonaron tirantes y esforzadas, sobresaltando al oyente, aunque acudiera en esos casos al "truco" de acortar la duración de la nota. Esta es una ópera en que la soprano está continuamente en escena y todo el drama se sostiene en ella. Si la soprano falla, la ópera se desmorona. González plantea una Butterfly extrovertida con una gestualidad algo burda para una geisha de quince años. Desde el encuentro inicial se mueve con cierta osadía, agitando continuamente sus brazos (¿imitando tal vez el aleteo de una mariposa?) y sin poder apreciarse la transición y el crescendo hasta el abandono final del dúo que cierra el primer acto. En el segundo y tercer acto fue más convincente como la mujer esperanzada y finalmente desengañada, aunque resolviendo ciertas frases en parlando o gritos no indicados en la partitura.

El ingrato rol de Pinkerton estuvo a cargo del cordobés Marcelo Puente, tenor lírico de voz agradable e italiana aunque algo inexpresivo, echándose en falta la viril arrogancia y la sensualidad en el dúo con Butterfly. Su poco comprometida interpretación se basó en extender los brazos en las notas agudas a la manera de los cantantes de principios de siglo. Si corrige estos defectos y pule su interpretación, tendrá sin duda un promisorio futuro. Alejandro Meerapfel cumplió con buenos medios en el rol de Sharpless, el ambiguo Cónsul norteamericano, y sorprendió gratamente la Suzuki de Mónica Sardi de voz generosa y bien timbrada, brindándonos uno de los mejores momentos de la velada en el Duo de las Flores. Apenas audibles Carlos Iaquinta como Goro y Mirko Tomas como el príncipe Yamadori.

Mónica Sardi (Suzuki), Patricia González (Butterfly), Alejandro Meerapfel (Sharpless) en la escena de la carta del segundo acto de Madama Butterfly,
Teatro Argentino, La Plata, 2007

El coro a bocca chiusa, uno de los momentos corales más conmovedores en la historia de la ópera, fue interpretado magníficamente con la dirección de Sergio Giai, y la Orquesta Estable del Argentino, bajo la batuta de Javier Logioia Orbe, se desempeñó correctamente aunque algo falta de intensidad y por momentos desencontrada con los cantantes. La puesta siguió un patrón clásico que desentonó con el recurso final, un ojo proyectado en una pantalla que llora sangre en el momento de la muerte de Butterfly, efecto que recuerda una secuencia del film Kwaidan (1) de Masaki Kobayashi pero que no convenció en el marco de esta concepción tradicional.

En conjunto, esta Madama Butterfly, a pesar de haber generado ciertos climas satisfactorios, sobre todo en el segundo y tercer acto, no alcanzó a colmar las expectativas ni superar la medianía.

Ernesto Castagnino
Julio 2007

Imágenes gentileza Teatro Argentino de La Plata / Fotografias de Guillermo Genitti
___

Nota
(1) Film ganador del Premio Especial del Jurado de Cannes 1965 y nominado como Mejor Film Extranjero en los premios Oscar 1966.
_______

¿Qué te pareció este comentario? ¿Estuviste en esta ópera y no coincidís? Dejanos tu tu punto de vista en opinion@tiempodemusica.com.ar aclarando en el Asunto de tu email el nombre del artículo. Hagamos de Tiempo de Música un espacio para debatir.

 
Publicado el 05/08/2007
     
WebMind, Soluciones Web Contacto © Copyright 2006/2014 | Todos los derechos reservados