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El Ballet Estable del Teatro Colón en el Alvear: Con el pie derecho
Por Margarita Pollini
 

Con el pie derecho
Teatro Presidente Alvear, Av. Corrientes 1659
Domingo 18 de marzo, 17.00 / Viernes 23 de marzo, 20.30

 

 Danzas Polovtsianas del Príncipe Igor, Ballet Estable del Teatro Colón,
Teatro Presidente Alvear, 2007

BALLET ESTABLE DEL TEATRO COLÓN. Director: Raúl Candal. Programa 1: RAYMONDA, grand-pas del Acto III (Candal-Petipa-Glazunov) / LAS LLAMAS DE PARÍS, pas-de-deux (Candal-Asafyev) / GRAND PAS CLASSIQUE (Gsovsky-Auber) / LA ESMERALDA, pas-de-deux (Petipa-Drigo) / DIANA Y ACTEÓN, pas-de-deux (Vaganova-Pugni) / DANZAS POLOVTSIANAS de EL PRÍNCIPE IGOR (Ibañez-Totto-Fokine-Borodin). Programa 2: LA BAYADERA, pas d'action del Acto I (Candal-Petipa-Minkus) / LAS LLAMAS DE PARÍS, pas-de-deux (Candal-Asafyev) / ESPARTACO, pas-de-deux (Candal-Katchaturian) / LA BELLA DURMIENTE DEL BOSQUE, gran pas-de-deux del Acto III (Petipa-Tchaikovsky) / EL CORSARIO, pas d'esclaves del Acto I (Petipa-Gusev-Drigo) / BOLERO (Zartmann/Ravel).

Bajo la dirección de Raúl Candal, verdadero hombre "de la casa", el Ballet Estable del Teatro Colón comenzó una nueva etapa, y parece encaminarse a recuperar el brillo tanto en la propuesta artística como en la calidad de la realización. El camino por ese rumbo comenzó, podría decirse, con el pie derecho.

En el Teatro Presidente Alvear se presentaron con pocos días de diferencia dos programas de estructura similar: en ambos casos hubo un fragmento grupal de un gran ballet, cuatro pas de deux y un número final más alejado de la tradición clásica. El repertorio estuvo muy bien elegido ya que permitió el lucimiento de las figuras del Estable y conformó a los más tradicionalistas, sin omitir coreografías más modernas.

Como es lógico, la mudanza al escenario del Alvear es un cambio importante. Más allá de la reducción espacial hay otras desventajas: por ejemplo, la menor distancia entre el palco escénico y la platea hace que las imperfecciones del decorado sean más notorias. Como contrapartida el ambiente se percibió un poco menos rígido que en la sala de la calle Libertad. Incluso uno de los solistas, el magnífico Vladislav Koltsov, vio premiada su actuación con los gritos de "¡Grande, rusito!" y "¡Grosso!", tal vez impensables en el Colón.

Vladislav Koltsov y Carla Vincelli en Las llamas de París,
Teatro Presidente Alvear, 2007

El Programa Apertura tuvo un comienzo algo pálido, con el Grand Pas del tercer acto de Raymonda (música de Glazunov y coreografía de Candal según el original de Marius Petipa) que permitió, sin embargo, el lucimiento de Rosana Pérez y Dalmiro Artesiano. Allí quedó en evidencia lo que sería una constante en ambos programas, y que seguramente los responsables artísticos de este cuerpo sabrán resolver: la falta de sincronía en el conjunto.

El bloque central estuvo conformado, como ya se ha dicho, por cuatro pas de deux, comenzando por un auténtico deleite: Las llamas de París, una coreografía de Raúl Candal sobre partitura de Alexander Asafyev. Carla Vincelli y Vladislav Koltsov exhibieron una técnica sólida y una extraordinaria simpatía en sus trajes con los colores de la bandera francesa. Al correcto Grand Pas Classique (Gsovsky-Auber) de Gabriela Alberti y Edgardo Trabalón le siguió el dúo de La Esmeralda (Petipa-Drigo) con una muy buena labor de Rosana Pérez y Juan Pablo Ledo. Cerró esta segunda parte Diana y Acteón (Vaganova-Pugni), difícil pieza en la que Leonardo Reale y Karina Olmedo mostraron solidez, energía y entrega.

El "plato fuerte" lo constituyeron las Danzas Polovtsianas (archifamoso fragmento de la ópera El Príncipe Igor, de Borodin coreografiado por Cristina Ibáñez y Alejandro Totto según el original de Fokine). En este número, muy celebrado por el público, se percibió con claridad el necesario contraste entre la laguidez de las esclavas lideradas por Amalia Pérez Alsueta y el brío de los guerreros y las tártaras encabezados con gran pericia por Leandro Tolosa y Adriana Gancedo. El cuerpo de baile se adaptó a la perfección a los diferentes estilos y mostró convicción teatral.

Bolero de Ravel-Zartmann, Ballet Estable del Teatro Colón,
Teatro Presidente Alvear, 2007

El segundo menú se inició con el pas d'action del primer acto de La Bayadera (Candal-Petipa-Minkus) en una muy digna versión a la que Miriam Coelho y Alejandro Parente aportaron encanto y refinamiento.

Tras Las llamas de París (esta vez por Natalia Pelayo y Federico Fernández, que fueron ganando aplomo con el transcurso del número) llegó uno de los puntos más altos de estos dos programas: el pas de deux de Espartaco. Karina Olmedo y Vagran Ambartsoumian pusieron todo su talento y su pasión en este excelente trabajo de Candal sobre la música de Glazunov. Al igual que en el Programa Apertura, Gabriela Alberti y Edgardo Trabalón tuvieron a su cargo el más clásico de los cuatro dúos de este segmento, el del ballet La bella durmiente (Petipa-Tschaikowski), mostrando precisión técnica pero cierta frialdad. Luego vino el pas d'esclaves de El Corsario y en él la pareja conformada por Silvina Perillo y Leonardo Reale cautivó al público gracias a la pureza en sus movimientos y su teatralidad.

El final fue una verdadera apoteosis. Aunque no se trata de un estreno, la versión realizada por José Zartmann del Bolero de Ravel no ha perdido vigencia, y por su complejidad y arrolladora energía puede calificársela como genial sin temor a equivocarse. Describir con palabras una coreografía es una labor estéril, pero de todas maneras es interesante subrayar que el trabajo de Zartmann está construido tomando procedimientos musicales, indudablemente inspirados en la estructura del Bolero (una melodía que se repite variando sólo en su instrumentación). Tras un "diálogo" entre El Ritmo y La Melodía -Vagran Ambartsoumian y Cecilia Mengelle- los grupos van ingresando en un gigantesco canon que crece en intensidad junto con la partitura, para terminar en una explosión de movimiento. El Ballet Estable se despide así de este inicio de su temporada con la más conmovedora belleza, en lo que es y debe ser siempre la danza: una celebración de la vida.

Margarita Pollini

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Imágenes gentileza Teatro Colón, fotografías de Arnaldo Colombaroli (Departamento de Fotofilmación).

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Publicado el 28/03/2007
     
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