Cuántica coral para catorce voces
Jardín de las Esculturas, Monroe esquina Húsares
Domingo 17 de diciembre de 2006, 19.30
Música Quántica en el Jardín de las Esculturas
de Bajo Belgrano, diciembre 2006
MÚSICA QUÁNTICA, voces de cámara. Dirección: Camilo Santostefano. Integrantes: Anahí Fernández Caballero, Gabriela Guzzo, Margarita Lorenzo y Lucía Lalanne, sopranos. Magalí Robledo, Silvana Norberto y María Eugenia Pérez, contraltos. Emmanuel Faraldo, Sebastián Esteban y Jorge Bulacia, tenores. Juan Freico, Pablo López, César Butera y Lucas Echaniz. Asistenes de dirección: Jorge Bulacia y Lucas Echaniz. Thompson: Cuatro números de The Peaceable Kingdom. Gesualdo: Itene o miei sospiri. Pizzetti: Due composición corale. Thompson: The last words of David. Corona: Penas. Pärt: Bogoróditse Djévo (Madre de Dios y Virgen). Mendelssohn: Salmo 100 "Jauchzet dem Herrn". Rutter: A choral fanfare. Concierto de fin de año, con entrada libre y gratuita.
El domingo 17 de diciembre se presentó Música Quántica, voces de cámara, con dirección de Camilo Santostefano, en un concierto al aire libre en el nuevo Jardín de las Esculturas del Bajo Belgrano. Este espacio verde y cultural, que actualmente ofrece una exposición de las escultoras Vilma Villaverde y Beatriz Sobuá, posee en el fondo un pequeño escenario, enmarcado por la vegetación y las casas vecinas.
En ese lugar tan particular, el grupo coral de catorce integrantes, formado este año, interpretó versiones bien trabajadas de un repertorio poco frecuente: la mayoría obras originales para coro a capella escritas en el siglo XX por el estadounidense Randall Thompson (1899-1984), el italiano Ildebrando Pizzetti (1880-1968), la cubana Beatriz Corona, el estonio Arvo Pärt (1935) y el inglés John Rutter (1945), aunque también hubo dos incursiones fuera del siglo XX: un madrigal renacentista de Carlo Gesualdo (c.1560-1613) y un salmo romántico de Felix Mendelssohn (1809-1847).
Musica Quántica posee una precisión rítmica impecable que se pudo apreciar en los tempi rápidos de Bogoróditse Djévo (Madre de Dios y Virgen) (1990) de Pärt, A choral fanfare de Rutter, y los números centrales elegidos de la cantata The Peaceable Kingdom (El reino de la paz, 1936), de Thompson. Las texturas polifónicas donde las voces tienen líneas independientes son resueltas con seguridad y belleza, a la par de una afinación admirable, sobre todo en partes difíciles por tesitura y dinámica extremas.
La resolución de las disonancias requeridas en ciertas obras ha sido perfecta, logrando momentos de intensa expresividad como en Itene o miei sospiri del Quinto Libro de Madrigales (1611) de Gesualdo, y en las Due composizioni corale, sobre poemas de Safo (1961) de Pizetti, ambos autores emparentados por los cromatismos utilizados, pese a su amplia distancia estilística y temporal. Es para destacar la línea de sopranos firme y segura, tanto en Gesualdo, Pizetti, el número final de la obra de Thompson antes mencionada y la fanfarria de Rutter.
Quizá los momentos menos logrados fueron la interpretación de una confusa Penas de Beatriz Corona con texto de José Martí, y de la sección central del Salmo 100 "Jauchzet dem Herrn" (1844) de Mendelssohn, a cargo de un muy expuesto octeto solista. Sin embargo, Música Quántica, con la cuidada y atenta dirección de Camilo Santostefano, se erige en el panorama musical actual como uno de los grupos más serios en cuanto repertorio coral de cámara en Buenos Aires, ofreciendo versiones impactantes por las virtudes técnicas y expresivas que sus catorce voces poseen.
Luciano Marra de la Fuente
Fotos gentileza Música Quántica
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Publicado originalmente el 2 de enero de 2007 |
