Tornasolita o la poética del desplazamiento por Casandra da Cunha
NoAvestruz, Humboldt 1857, Ciudad de Buenos Aires.
Domingo 10 de septiembre, 19.30

Casandra da Cunha

TORNASOLITA. LOS OJOS Y LOS HUESOS DE LA CANCIÓN. Casandra da Cunha, voz, teclados, percusión y composición. Violeta Juárez, guitarra, birimbao y voces. Joaquín Apesteguía, guitarras y arreglos. Leandro Rudak, contrabajo.

La propuesta de Casandra da Cunha, que se presenta en NoAvestruz desde el mes de julio pasado, no es fácil de encasillar. Ni bien aparece en escena uno se pregunta si canta o actúa, si además toca el piano o es un hecho fortuito que lo haya elegido para acompañar sus canciones, si compone o realiza sus propias versiones de la música de los otros, instalada de una vez y para siempre en el imaginario colectivo. Todos estos interrogantes tienen una sola respuesta: sí. Lo que parece una contradicción es la mejor manera de describir el trabajo de esta mulifacética mujer. Casandra da Cunha hace todo eso que aparenta hacer y genera un producto nuevo, indiscutiblemente propio, que se nutre de la tradición musical popular, anglosajona y latinoamericana, de los últimos cuarenta años a esta parte.

Tornasolita comprende unas veinte canciones que tienen a la voz (y a la mujer) como protagonista. El tema del amor es bordeado en todas sus variantes: el propio, el verdadero, el no correspondido, e incluso el edípico que se resuelve finalmente en un acto antropofágico, cuando ella nos cuenta la historia de Penélope y ansiado viaje a solas con su papi.

Si hay una constante que unifica, más allá del aspecto temático de las canciones, es la incesante exploración intertextual. La composición, tanto de las letras como de la música, asemeja la técnica del collage. Constantemente se dejan reconocer fragmentos de textos, melodías, ritmos o armonías de otros artistas ya consagrados, pero que finalmente conforman un todo único e indisoluble con lo que es propio de Casandra da Cunha. De esta manera, el clásico I Will Survive de Gloria Gaynor, se mezcla con la historia de una chica que presta su ayuda a una persona que desea partir. También Money Don't Matter, el éxito de los '90 de Prince, se mete en la vida de una mujer que necesita nadar urgentemente en aguas claras. Algunas veces el diálogo con los otros es más solapado, por ejemplo en la bella canción que narra lo que acontece a la orilla de un río y que está basada en la melodía de She´s leaving home, popularizada por The Beatles. Otras veces es claramente un tributo, como en la versión del tema más popular de La Unión durante los '80, Lobo hombre en París, ahora sin que medie la censura sobre la ambigüedad sexual de Denise, que incluye un original "solo de aullidos" a cargo del lobo del cual versa la canción.

La lista de referencias, citas, diálogos, intertextos y desplazamientos que produce el repertorio de canciones cultivado en Tornasolita es interminable. Por él desfilan, en apacible armonía, canciones populares de impronta mariachi o folclore y poesía sudamericana, junto a íconos pop románticos de los '80 como Careless Whisper de Wham!

Casandra da Cunha en Tornasolita

El grupo de músicos que acompaña a Casandra da Cunha en este espectáculo está integrado por Violeta Juárez en segunda guitarra, escuetas voces y toques de percusión, Leandro Rudak en contrabajo -que podría estar mucho más pulido en cuanto afinación, precisión y recursos tímbricos del instrumento- y finalmente Joaquín Apesteguía en guitarras (acústica y eléctrica) quien es también el responsable de los arreglos y presumiblemente del armado de las pistas que completan el combo en cuestión. El trabajo Apesteguía es sobresaliente de manera que logra constituirse en el verdadero sostén musical del grupo. Además, demostró una gran habilidad escénica frente a un desperfecto técnico que los dejó sin sonido por unos instantes y del cual supo salir con altura. Así también lo hizo Casandra da Cunha, quien posee una trabajada cualidad actoral y un buen manejo de la voz, que se imponen sobre las dificultades técnicas que pudieran aparecer cuando se sienta al piano.

NoAvestruz es indudablemente el lugar indicado para la presentación de Tornasolita. A pesar de los desperfectos eléctricos que afectaron el trabajo del sonidista, el ambiente ameno y relajado, provisto de cómodos sillones y almohadones que rodean las mesas bajas en las que se puede disfrutar de un buen te de hierbas o alguna otra infusión, lo convierten en el lugar ideal para una reunión íntima, entre amigos, como la que nos propuso en la tardecita del domingo pasado Casandra da Cunha.

Lisa Di Cione

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